Llevar el Rancho en la Cabeza

Encontré en el perfil de feisbú de una muy querida amiga mía esta foto con el título "El mal de los venezolanos".

Por estos días he decidido no reservarme la opinión. Ha sido un ejercicio sanador pero sobre todo liberador. Yo no soy analista político, no me leo los periódicos todos los días. Soy productora audiovisual y locutora. Pero lo que más soy es VENEZOLANA. Estoy en un proceso de aprendizaje, de conocer nuestra historia y comprender el contexto actual. Tengo algunas claridades y millones de preguntas. En mi hacer sigo buscando, sigo entendiendo, sigo pensando. Por eso trato de explorar otros entornos, de conocer otras personas, de saberlos... en sus alegrías y en sus penurias. Con respeto, con amor. 

Quiero compartir con ustedes mi comentario sobre la imagen pero sobre todo por el título. 

En principio compartí un artículo publicado en http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/quien-fue-el-que-te-dijo-que-los-pobres-pensaban titulado

¿Quién fue el que te dijo que los pobres pensaban?

Una respuesta de ella a la mía decía textualmente: "No hija. La pobreza material no tiene nada que ver. La pobreza que nos tiene jodidos es la mental. Como decimos coloquialmente "Lleva el rancho en la cabeza" .

A lo cual respondí:

"Llevar el rancho en la cabeza" tiene una connotación negativa, prejuiciosa, clasista y descalificadora contra la gente que vive y convive en ranchos. Es asumir que toda la gente que vive en ranchos y en barrio lo hace porque así lo ha decidido. Y no. Se ha tratado TODA LA VIDA de un tema de OPORTUNIDADES. Pero esa es una discusión más larga y profunda. Usar la expresión "Llevar el rancho en la cabeza" es asumir también que toda la gente que vive en Barrio y en Ranchos es bruta, deshonesta, maleducada o floja. Eso es un juicio demasiado burgués. Tu y yo conocemos muchaaaaa gente que lleva el rancho no en la cabeza, sino en la piel y en el alma, en el día día. Son nuestros amigos. Son educados y buenas personas. Son honestos. Son solidarios. Son trabajadores igual que tu y que yo. Son venezolanos con defectos, como los tienes tu y como los tengo yo. El Rancho y El Barrio son realidades que los de afuera insistimos en ver como LO MALO, LO FEO, LO CHIMBO. Comencemos nosotros pues, los que NO tenemos el rancho ni en la cabeza, ni en el alma ni en la piel ha cambiar lo que tanto nos disgusta".

¡Feliz Domingo!